No sabes si tienes ansiedad, estás paralizada o a punto de romperte.

 Solo sabes que otra vez estás haciendo malabares para que nada se note.

Y no entiendes nada. Porque te esfuerzas en seguir el ritmo. En cumplir. En llegar a todo.

Y aún así, al final del día, te quedas con esa sensación rara de esforzarte mucho, pero sentirte mal igual.

Y entonces te preguntas:

¿Qué c*ño estoy haciendo mal?

¿Por qué no cambia nada?

¿Por qué me sigo sintiendo igual?

Lo que pasa contigo es que estás atrapada en un bucle sin salida. Uno que no te deja tregua.

• Porque si fallas sientes que no vales.
• Si los demás no te entienden empiezas a dudar.
• Y si las cosas van mal crees que no eres suficiente.

Pero no es que estés rota. Es que tu sistema está configurado para hacer lo que los demás esperan de ti. No lo que tú quieres.

Y así es muy difícil sentirte bien contigo.

Porque terminas callándote,

Adaptándote.

Y sosteniendo una máscara que pesa mucho y que no es real.

Eso solo puede dar lugar a una autoestima frágil.

Que se desmorona cuando te ven lo que no quieres mostrar.

O cuando no te entienden.
O cuanto te equivocas.

Y te cuento algo: no necesitas otro checklist de cosas que deberías estar haciendo. Ni más teoría. Necesitas volver a ser tú sin miedo.

Y eso es lo que trabajamos en este Reto de Autoestima. Para que puedas sostenerte con fuerza y solidez cuando las cosas se ponen difíciles.

Sin exigirte.

Ni tener que minimizarte.

O fingir ser quien no eres.

(Que de todo eso ya sabes).

Si no que es sintiéndote segura siendo quien eres.

Vale. Y hay un coste de seguir igual y no hacer nada.

No es gratis.

Se cobra en forma de ansiedad, fatiga crónica y un miedo terrible a que todo se vaya a la mi*rda si ven quien eres en realidad.

No lo llamas trauma.

No lo llamas herida.

Pero se te nota en que vives fingiendo.

En cómo lo analizas todo antes de hablar.

En lo mucho que te preparas para que nadie lo note.

En lo quemada que estás.

De hacer sin dirección. De compararte y siempre salir perdiendo.

Vives alerta.

Como si tu valor estuviera siempre a examen de los demás.

Y funcionas así:

• Das mucho para que las cosas funcionen.

• Te esfuerzas todo el tiempo para demostrar que vales.

• Sostienes lo que haces desde la exigencia y el perfeccionismo.

 Pero eso no te fortalece.

Te agota. Te consume.

Y la verdad fea: te destruye.

Porque pones tu energía en controlar lo de fuera, mientras por dentro sigues igual.

Temerosa del mundo externo.

Teniendo que defenderte constantemente. Para sostener la máscara a costa de ti.

Ahí es donde se va a quedar la mayoría.

Dando vueltas en el mismo bucle.

Compensando las carencias que tienes por dentro.

Aparentando de cara a la galería que todo va bien.

 Pero sin tomar acción hacia lo que cambia de verdad.

(Que eso existe.

Pero no puedes acceder a ello haciendo lo de siempre).

Y para que sepas: el error #1 que la mayoría comete es seguir intentando resolverlo desde la máscara.

Buscando otra forma más de sostener el castillo de naipes.

Por eso mientras sigas ahí,

Vas a tener los mismos resultados.

Misma carga. Misma insatisfacción. Misma insuficiencia.

De hecho la ansiedad irá en aumento.

Lo que necesitas es quitarte esa máscara.

Soltar el personaje,

y encontrarte con lo que llevas tanto tiempo queriendo ocultar.

 Pues eso no va a ser para todo el mundo.

Porque implica hacer lo incómodo que evitas,

Pero te aseguro que si lo haces YA NO TE HARÁ FALTA LA MÁSCARA.

Ya no te hará falta seguir fingiendo y pretendiendo.

Sino que te vas a sentir cómoda con quien eres.

Y esa es una autoestima que no se mendiga.

Y si estás leyendo esto, es porque ya no quieres seguir ahí.

Ya no te sirve seguir ocultándote. Adaptándote. Quemándote.

Haciendo un esfuerzo compulsivo por que no se note.

Y sabes que dándote largas y poniéndote excusas no vas a conseguir nada más que empeorarlo.

Para eso está en Reto de Autoestima.

Ahí te reconcilias con quien eres en realidad.

Con las partes tuyas que no te gustan.

Para que ya no te estorben y en vez de eso te impulsen.

Lo haces recalibrando tu sistema nervioso y conociendo como surgieron esas partes indeseadas y qué es lo que quieren para que se integren dentro de ti. 

No con frases de autoayuda.

Con neurociencia aplicada al cuerpo.

Todo testado para que no se quede en simple teoría.

Y para eso te enseño como:

• Identificar cuál es tu patrón mental (hay 5). Para que veas como te autosaboteas y bloqueas autoestima.

• Leer señales de desregulación de sistema nervioso. Porque ahí es donde vive la parte de ti que sostiene la máscara y no te deja crecer.

• Acceder a una regulación real. Sin exigencia ni teoría. Solo práctica rápida y directa que puedes aplicar en tu día a día.

• Distinguir si estás teniendo una reacción automática o una necesidad real. Para que no vivas a la defensiva ni huyas de ti. Así sostienes tus deseos como adulta.

• Interrumpir el patrón. Con microacciones que le comunican a tu cuerpo que hoy es seguro hacer algo distinto. Y sales de bucles de discusión. O de vivir hipervigilante. O resignándote.

Porque lo contrario a una autoestima frágil no es ser perfecta.

No es revisarte cada segundo para no meter la pata.

No es medir cada palabra para que nadie note tus inseguridades.

Es estar en medio de una sala llena de gente,

o sola en tu casa en un día gris,

y sentir que tu valor no se mueve ni un milímetro.

Es que te miren... y no necesites ajustar tu postura.

Es equivocarte... y no correr a disculparte por existir.

Es dejar caer el escudo,

porque dentro de ti ya no hay una guerra que esconder.

 Y eso no se finge.

Se entrena.

¿Cómo lo hacemos?

A través de un método que he diseñado específicamente para provocar cambios reales en tu sistema de validación interno.

Ahí va más de una década de estudio y experiencia en sistema nervioso, teoría polivagal, trauma, apego y sistemas de familia interna.

Todo lo que he comprobado que funciona.

Con más de 100 pacientes.

Y en mi experiencia personal.

Todo ello concentrado en 5 audios hiper-específicos para que desde el día 1 lo apliques en tu vida real y notes cambios: en la conversación incómoda, en el momento que dudas de ti, en el instante en que empiezas a paralizarte. 

Vas directo al grano, con aprendizaje práctico que ya está filtrado, probado y testado para que provoque cambios en tu sistema.

Con este reto vas a activar una nueva forma de estar en el mundo y vas a ver cómo:

1. Romper el bucle que te deja exhausta. Aprende a regularte sin tener que forzarte a “estar tranquila” y sin fingir que todo está bien. Descubres cómo apagar la tormenta interna… y seguir avanzando.

2. Descifrar lo que te pasa. Le pones cara y cuerpo a lo que hasta ahora no te ha dejado sostener tu autoestima.

3. Desactivar la trampa invisible de tu pasado. Ese patrón que repites sin darte cuenta y que sabotea tu autoestima se queda sin fuerza. Te ves con claridad y sostienes quien eres... incluso cuando el mundo no te aplaude.

4. Cómo tu pasado está bloqueando autoestima sin que lo notes. Cuando entiendas este punto desmontas el patrón que se repite en automático y tienes claridad sobre lo que necesitas para sostener tu autoestima.

5. Silenciar ruido mental y afinar tu radar interno. Distingues lo que es puro miedo de lo que es una señal real para moverte. Así vives con una claridad que te ahorra años de vueltas inútiles.

6. Provocar un cambio real en tiempo real. Incluso en medio del caos, entrenas a tu sistema para abrir una salida tangible cuando antes te quedabas atrapada sin saber qué hacer.

7. Grabar en tu cuerpo la nueva forma de estar en el mundo. Como aprender a montar en bici: una vez lo sientes, no lo olvidas. Tu autoestima deja de ser un concepto y se convierte en una manera natural de moverte, hablar y decidir.

Lo que te estoy ofreciendo toma tiempo, pero empieza por aquí: reescribes quien eres (no eres tu máscara, eso es solo lo que te ayuda a sobrevivir) + microacciones (que puedes incorporar fácilmente desde el día 1) que sostienen tu autoestima.

Porque una autoestima real no está en hacer más ni tratar de ser perfecta para así sentirte bien contigo.

Es hacer distinto atendiendo a la inteligencia de tu sistema.

Es poder fallar sin que eso te lleve a desvalorizarte y sentirte insuficiente.

Es tolerar que otros piensen distinto sin que te pongas en duda.

Es no estar hiperpreparada y aún así salir al mundo y hacer lo que es importante para ti sin empequeñecerte.

Es estar sola y no sentir que algo va mal contigo.

Cuando puedes sostener tu autoestima así, no solo te sientes más segura dentro de ti.

Mejoras en ir hacia tus deseos y metas.

Tus relaciones con los demás.

Tu capacidad de estar con tus emociones y vivir tu vida desde ti, en vez de tener que evitar, tapar, luchar o perseguir.

Este es el contenido que veremos

Cada día recibes un audio práctico y una propuesta de integración escrita que te permite saber qué hacer en cualquier momento, incluso cuando aparecen los patrones que te frenan, porque puedes tolerarlo y sabes cómo revertirlo. Así consigues un cambio real sin maltratarte ni paralizarte.

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Esto es lo que vas a lograr después del Reto